ANSIEDAD Y ANGUSTIA
La ansiedad adaptativa es un estado emocional normal y constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Es una señal que nos permite adoptar las medidas necesarias para enfrentarnos a una amenaza.
Sin embargo, puede volverse patológica cuando sobrepasa cierta intensidad y nuestro psiquismo percibe un peligro interno o externo que no puede procesar.
Puede tomar distintas formas, siendo las más frecuentes: Ataques de pánico, agorafobia, crisis de ansiedad, nerviosismo, ansiedad generalizada, estrés postraumático o angustia.
En estos casos, en vez de funcionar como una señal que nos advierte, funciona como algo invasivo y bloqueante. Decimos que es una angustia automática, que se activa de repente.

SI PONEMOS EL FOCO EN LOS PELIGROS INTERNOS…
…percibimos que estos cambian a lo largo de la vida, pero, con frecuencia, están asociados con el temor a alguna pérdida.
Esta pérdida puede ser de diversa índole: miedo a perder el amor de alguien, miedo a quedarnos sin trabajo, miedo a renunciar a cosas si tomamos una determinada decisión, dificultad para adaptarnos a un nuevo rol (la maternidad, la paternidad, aceptar que los hijos se van de casa…).
Es un temor que muchas veces se activa cuando empezamos a sospechar de forma inconsciente que no existe una vida o modelo ideal de hacer las cosas, que no podemos tenerlo y controlarlo todo y/o que hemos pasado por ciertas situaciones que nos han generado un dolor que no hemos procesado (en el caso del estrés postraumático, por ejemplo).
Estos desacuerdos o debates internos con nosotros mismos, son los que a veces, generan la aparición de los síntomas, en un intento de solventar nuestras dificultades.
A medida que podemos ir poniéndole palabras a lo que nos pasa y entendiendo por qué y con qué está conectado, podemos ir tranquilizándonos. No será suficiente con ponerle palabras una vez a nuestros conflictos internos.
Para que se resuelvan realmente hemos de poder elaborarlos y procesarlos. Es decir, integrarlos emocionalmente, no sólo entenderlos intelectualmente.