IDEAS OBSESIVAS

Los pensamientos son una parte muy importante de nosotros mismos. Están muy vinculados con nuestras emociones, con nuestro cuerpo, con nuestra forma de expresarnos verbal y no verbalmente; en definitiva, tienen una fuerte vinculación con la manera en que vivimos.

Resulta fundamental para nuestro bienestar poder encontrar una coherencia, un hilo conductor entre nuestras emociones, nuestros pensamientos y nuestros actos.

Pero esta cadena, no siempre funciona de manera fluida. A veces, sin poder entender muy bien por qué, nos encontramos dominados por nuestros pensamientos, nos asustan, nos preocupan, nos cohíben y nos condicionan.

Ana Porras Señales Ideas Obsesivas

ES ENTONCES CUANDO NO PODEMOS FLUIR…

IDEAS OBSESIVAS

Entramos en conflicto con nosotros mismos, una parte de nosotros quiere sentirse libre y otra siente que tiene que obedecer ciertos mandatos que la atormentan.

Ante este dilema, nos volvemos rígidos, severos, además de dubitativos y rumiativos. No entendemos por qué nos vienen determinadas ideas a la cabeza y, esa sensación de descontrol nos hace buscar un control desesperadamente. Tal vez puedes sentirte identificado con un planteamiento de este tipo: “Si no leo todos los números de una calle mientras voy en el autobús, enfermaré gravemente”.

A este tipo de acciones que hay tras estos pensamientos, las llamamos compulsiones. Pueden generar un alivio inicialmente, pero es sólo momentáneo ya que, generalmente, se consolidan en forma de ritual y nos impiden vivir de una forma más libre.

En el intento de no sufrir más, podemos llegar a aislarnos…

No sólo de terceras personas, sino de una parte de nosotros mismos, de nuestros afectos, de nuestras emociones. Es un mecanismo que, con frecuencia, sucede de manera inconsciente.

Nos estamos castigando por pensar o imaginar determinadas cosas y, las compulsiones son una vía mediante la cual tratamos de reparar esto. Pero esta reparación resulta momentánea e irreal.

Presos del pánico a perder el control, podemos desbordarnos, emergiendo por ejemplo, en forma de llanto o enfado, todo aquello que no hemos podido digerir y gestionar emocionalmente. Este tipo de situaciones, son un indicativo de que necesitamos liberarnos de tanto control.

EL PROCESO TERAPÉUTICO

Durante el proceso terapeútico, el trabajo de fondo será poder conectar la cadena de la que hablábamos al principio: emociones-pensamientos-acciones.

Para ello, hemos de entender qué es lo que nos está impidiendo dejarnos llevar, aprender a confiar en nosotros mismos y aceptar y familiarizarnos con nuestro YO más profundo.

Es una tarea que requiere tiempo, paciencia y, de alguna forma, cariño.

CONTACTA CONMIGO

Será un placer trabajar juntos.