MIEDOS Y FOBIAS

El miedo es una emoción primaria y natural que se activa cuando nos sentimos amenazados. Tratamos de combatirla luchando o huyendo; en realidad, es un intento de protegernos.

Funciona de manera adaptativa cuando su dimensión está en correspondencia real con la dimensión de la amenaza.

Sin embargo, existen miedos a cuestiones reales o imaginarias cuya intensidad se vuelve desmesurada, interfiere en nuestra vida de forma notable y, en algunos casos, puede evolucionar hacia algo de carácter más fóbico.

En terapia, podemos trabajar tanto los miedos que nos preocupan como las fobias.

Ana Porras Psicologia Miedos y Fobias

LA FOBIA ES UNA DEFENSA CONTRA LO QUE NOS ANGUSTIA DE FORMA DESBORDANTE E INTOLERABLE…

Se caracteriza por un rechazo o temor intenso, irracional y desproporcionado. Existe un pánico atroz a cuestiones específicas: ciertos animales, espacios (agorafobia/claustrofobia) o situaciones determinadas (reuniones sociales, por ejemplo, constituyendo la fobia social).

En la fobia desplazamos el temor fuera de nosotros, intentando inconscientemente deshacernos de lo que nos asusta.

Este mecanismo muchas veces genera un alto sufrimiento, ya que la persona puede permanecer en estado de alerta, excesivamente pendientes de los otros y de su entorno, impidiéndole esto vivir el día a día de una forma adaptativa y funcional. En otras ocasiones, el psiquismo de la persona que sufre la fobia (si es a algo muy aislado y específico) “se acomoda” y logra vivir de manera más o menos cómoda evitando exclusivamente aquel objeto o situación que le desata el pánico.

No es extraño, que desaparezcan unas fobias y aparezcan otras, hasta que abordemos la causa raíz de la misma.

DURANTE EL PROCESO TERAPÉUTICO

Tendremos como objetivo que la persona pueda comprender el significado de sus síntomas y profundice en su vida interna.

Trabajaremos juntos por conseguir un cambio profundo y duradero, no sólo el alivio momentáneo de los síntomas.

Aunque cada uno sufre a su manera, pueden ser característicos: la intolerancia a situaciones imprevistas, la preocupación, el estado de alerta, las conductas de evitación, actitudes de huida activa o contra fóbicas (desafiantes) y la inhibición y rechazo del contacto con otras personas. Además de otros síntomas fisiológicos como la taquicardia, sudoración, la sequedad de la boca o la palidez.

¿Qué hay detrás de ese temor? ¿Cuándo surgió? ¿Qué nos quiere decir? Serán algunas de las preguntas que tendremos que abordar entre terapeuta y paciente.

Trabajaremos juntos por conseguir un cambio profundo y duradero.

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Será un placer trabajar juntos.