TRISTEZA DUELO Y MELANCOLÍA
TRISTEZA, DUELO Y MELANCOLÍA
La tristeza es un estado de ánimo que suele exteriorizarse con signos como el llanto, el pesimismo, el abatimiento, la falta de ánimo o una baja autoestima.
Es natural sentirnos tristes después de un acontecimiento desfavorable: que algo no salga como esperábamos, que suceda un imprevisto de carácter negativo o que perdamos algo o a alguien.
Pueden ser pérdidas significativas: un embargo, el fallecimiento de un familiar, un puesto de trabajo, o unas expectativas muy altas para una situación específica.
En estos casos podríamos hablar de una tristeza, o si procede, de una depresión reactiva. Es decir, surge como reacción a algo que ha sucedido.
Probablemente estaremos tristes durante un tiempo, porque no podemos hacernos a la idea de esta pérdida de una forma inmediata, necesitamos procesarla progresivamente, recomponernos psíquicamente y retomar nuestro interés y vitalidad.

TODA PÉRDIDA REQUIERE UN DUELO…
Generalmente, toda pérdida requiere un duelo y, todo duelo tiene sus fases y requiere su tiempo para poder continuar viviendo de una forma sana.
En cambio, cuando transcurre un periodo razonable (muy personal en cada caso) y nos sentimos “atascados”, encapsulados en este estado de ánimo, es un buen momento para pedir ayuda. No podemos desprendernos de la pérdida y necesitaremos trabajar en ello.
En algunos casos, llegamos a sentimos muy culpables, nos hacemos fuertes reproches, nos tratamos de forma hostil y severa y vamos empobreciendo duramente nuestra autoestima. Nos exigimos ser un ideal que no existe y nos frustramos por ello; no logramos tampoco tolerar la realidad. En estos casos, nos confundimos con aquello que hemos perdido, llegando a sentirnos perdidos nosotros mismos.
La psicoterapia es una buena opción para contactar con nosotros mismos
Es una manera de mirarnos y recorrernos por dentro. Es una forma de aprender a querernos.